domingo, 19 de febrero de 2017

EL FIN DE LA NEGRA NOCHE


Noche sin ninguna estrella
y con la luna exiliada,
haciendo más despiadada
mi vida, dejando huella,
de nube negra que sella
mi mente para la alegría,
volviendo esta vida mía
con perpetuada soledad,
creando esta nulidad
de una existencia vacía.
Lucho y lucho sin cesar
para que se prenda el fuego,
con la torpeza de un ciego
así mismo siento estar.
La luz busco sin cejar
y de coraje hago derroche,
sin que mi alma reproche
sino más bien me ilumine,
y con prontitud se termine
el fin de la negra noche.
Tú eres la luz que buscaba
y que yo había perdido,
sin querer hube cedido
mi luz que yo disfrutaba.
La oscuridad me arrastraba
a una pérfida prisión,
donde alma y corazón
en convictos se volvieron,
tus destellos hoy vinieron
a devolverme mi visión.

Roberto Batista Pargas.

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