Bajo la sombra de una ceiba
un anciano corre
torpemente
como iguana tullida
detrás de una niña que vuela
y ríe
graciosamente
jactándose de su breve juventud
El poeta vive la mañana fresca
escribiendo este poema
que tampoco
se parece a un poema
Piensa
mientras escucha los loros
y perros ladrar a lo lejos
que la tierra todo nos da
hasta las flores
que nos arrojan
siempre
cuando la muerte llega
Del libro Poemas de la Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-
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