LA MEMORIA
Siempre había creído que algunas cosas sólo habitan en la memoria. Estaba equivocado.“Todo habita en la memoria, no sólo algunas cosas”, se dijo veinticinco años después, acodado a la ventana de la habitación del geriátrico, con la mirada perdida en el horizonte de sus recuerdos.
LLAMAN A LA PUERTA
Un minuto después de la medianoche, llamaron a la puerta de la mujer viuda.
No había nadie en el rellano de la escalera, pero alguien entró en la vivienda.
Alguien que, con paso decidido, recorrió el pasillo y se adentró en la última habitación de la casa: el dormitorio conyugal.
Del libro El espectáculo más hermoso de
SALVADOR ROBLES MIRAS
Publicado en Los libros de las gaviotas
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