sábado, 25 de julio de 2015

EL VIEJO RUISEÑOR / LA GLORIA


EL VIEJO  RUISEÑOR 

        -cuentecillo-

“-Hazme un sitio en tus sueños,”
le suplicó el viejo ruiseñor
a la joven y bella ruiseñora.
Ésta, que era un Hada Madrina
oculta entre las plumas
de la tierna y graciosa ruiseñora,
le dijo:
-“Un sitio no.  Te haré un castillo
abierto de par en par al cielo del amor
con almenas de estrellas y torres de galaxias,
donde tú y solo tú reinarás para mi.”
El viejo ruiseñor  enloqueció de dicha
y cantó como nunca jamás antes había cantado.
Esta es una historia de esas que sólo ocurren
en la imaginación maravillosa
de los viejos y locos  ruiseñores,
que creen como niños
que hay jóvenes y dulces ruiseñoras,
que son Hadas Madrinas,
y les hacen a los viejos y locos ruiseñores,
no un pequeño sitio en los humildes suburbios de sus sueños,
sino  hermosos e inmensos castillos
abiertos de par en par al cielo sin fronteras del  divinal amor.

LA  GLORIA
-profesión de fe-

Porque  espero la gloria,
este infierno en que habito
es  soportable.
No importa donde habites
ni con quienes habites.
Te digo que no importa
si esperas la gloria.
Espera, pues, espera,
donde quiera que habites
y con quienes habites, la gloria,
porque la  gloria
es lo único que cuenta,
es lo único que importa
y es lo único  que  existe,
lo creas tú o no lo creas.
La  gloria, sí, la gloria.
Espera, espera, espera,
¡oh sí!, no dejes nunca,
con titánica fe y enamorado aliento,
de esperar la gloria.

JUAN CERVERA -México-

No hay comentarios:

Publicar un comentario