Dos veces por tu calle, amor. Dos veces
ascendí hasta tu altar, toqué tu gloria.
Hoy te busco otra vez por la memoria
y me bebo el recuerdo hasta las heces.
Dos milagros sin panes y sin peces,
dos solos de Tabor para mi historia,
dos cangilones de la misma noria
donde apareces y desapareces.
Dos veces hombre, y hombre dolorido
por dos milagros de la misma suerte,
dos atajos de amor desde mi ejido.
Ahora no tienes donde sostenerte,
que el agua de la noria se te ha ido
dos veces por la acequia de perderte.
FRANCISCO MENA CANTERO -Sevilla-
Publicado en Luz Cultural
No hay comentarios:
Publicar un comentario