lunes, 19 de noviembre de 2012

UNA HISTORIA MÁS


Una mejilla cortada a sablazos es el símbolo de la llaga que acaricia la llama de tus dedos.
La yema de los esputos llora en el callejón sin ojos donde nos conocimos.

La soga en la finura de tus tobillos.
El mastín corretea por tu sombra.
El desaliento del tercer whisky.
La cruz del desastre enjaulado.

Acordonado en los pecios de tu telaraña
ruego no ser nunca la otra mejilla.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

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