Las nubes lloran, lloran y es su llanto
como tropas de esquirlas de una estrella.
Lloran las nubes y han llorado tanto,
que en nuestro parque se borró tu huella.
No pretendo ocultar mi desencanto
ni echar en el desván la tarde aqué1la.
El desván del olvido, con su manto,
ha intentado borrar nuestra querella.
Hoy que todo pasó y que nuestras vidas
han tornado senderos difluentes,
mientras siguen sangrando mis heridas,
si te acuerdas de mi, no te impacientes,
no temas por mi angustia y mi desvelo,
en la paz del Señor, habrá consuelo.
Hilda Norma Vale -Argentina-
Primer premio del Concurso Carta Lírica
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