OTOÑO...

Yo sé lo que ahora viene,
yo sí sé qué viene ya,
qué canto llenará el hábitat,
seco y cálido del que hoy vivo,
desnudo y desolado del que vendrá.
 
Dije desolado, desnudo...
Suena la música de la estación,
miles de poemas, diez mil sonatas,
infinidad de versos… Sonarán.

 Acaso no sabemos tú y yo, qué viene…
Tras la ventana de tu casa,
como de pequeña hacías sin saber por qué,
te vas abrigando el cuerpo,
los pies, tus menudos y desnudos pies.
Anda sobre el suelo,
porque las hojas son como una alfombra mágica.

Otoño, dulce y amado otoño
en el país de la poesía,
el más puro romanticismo
yo sé que viene ululando,
con trompetas de viento,
con percusión de tormentas,
con violines de finas lluvias
que nos regalarán acompasadas notas a nuestras vidas.
El color no fue capaz
de llenar con plenitud nuestras vidas.
Hiciste la noche hermosa, pasó entre el chisporroteo
de fuego hogareño y la mullida cama,
y el día lo acortaste para hacerlo bellamente gris y negro
y la tarde la pintaste de ese color inimitable
que hace oler a tierra mojada,
la que construye aromas nuevos.

Otoño, siempre otoño para los eternos
enamorados del momento,
otoño en primavera,
otoño en el crudo invierno,
otoño en el torcido verano,
otoño… Si volviera a nacer lo haría
en el  desnudo bosque  del otoño de tu vientre,
mujer, que naciste en mayo,
y en otoño renaciste, fuerte y brava.
         
Cuando  los días se achican,
cuando las noches se hacen interminables…
Todo será felicidad
si junto estamos.

Dominaremos el color y jugaremos con él,
será un tiempo diferente, puede que así sea.
Quiero pasar el otoño  contigo,
sin  nieve en tu sien, bonita,
el primer otoño, antes del invierno,
cerca del lago, de los álamos, de los chopos,
del camino viejo…
Todo esto y mucho más te diré contento,
pues mi mente, hierve de ideas,
que en otoño nacen  y en otoño crecen,
y morir, no mueren,
porque tú las avivas
con el otoño de tu hermosura.

J. Antonio Nogueras
Publicado por María Sánchez en el blog La casa del valle