jueves, 8 de noviembre de 2012

LA DOLCE VITA

En Utopía, hotel incomparable,
donde sobreviven los años treinta,
viví una noche de dulce vida,
viendo los cuadros de Dieto,
llenos de magia y color,
cenando en compañía de buenos amigos
y gozando de un espectáculo
del viejo cabaret europeo
que me alegró el pensamiento.

Sonó la música y los cuadros
bailaron la danza del vientre
o siguieron atentamente
las lánguidas baladas de Edith Piaf.

Por unas horas degusté el dulce
néctar de la música del cabaret
y dejé que el color y la música
me atrapase en un sueño bohemio.

JOSÉ LUIS RUBIO

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