sábado, 17 de noviembre de 2012

EL PUERCOESPÍN


Julian Barnes (Traducción de Marian Womack)

Por Rubén Sancho

Excelente trabajo el que nos presenta Marian Womack al realizar la traducción de una novela tan compleja, en el fondo y en la forma, como “El Puercoespín”, de Julian Barnes, la cuál realiza una aproximación irónica, pero nada trivial, a la problemática de la conversión de los países comunistas al capitalismo.
Un capítulo de la historia geopolítica del mundo que significó el allanamiento para la llegada del capitalismo más salvaje a estos países y el derrocamiento de unos regímenes que apostaron teóricamente por el ciudadano pero que acabaron, en la práctica, enmarañándose en la burocracia interna del propio sistema que ellos habían creado.
Stoyó Petkánov es una metáfora en sí mismo de todos los líderes comunistas que sucumbieron a las incoherencias de su propio sistema, al cuál “sólo se le dio una oportunidad”, como él mismo defiende en el juicio, mientras que el capitalismo recurrente ha gozado de cientos de ellas.
Y es que una de las grandezas de la novela de Barnes es que consigue sacar los colores al comunismo que termina y al capitalismo que comienza, al primero por sus incongruencias y al segundo por las suyas, para lo cuál la idea de estructurar la novela con diferentes puntos de vista es esencial.
Alejado de la narración, con la perspectiva del contador de historias más tradicional, Barnes utiliza sus recursos estilísticos más habituales para conseguir la complicidad del lector, y ahí radica precisamente la gran complejidad de la traducción realizada por Womack, que sabe encontrar la esencia misma de la novela y nos la trae directamente en castellano.
En definitiva, “El Puercoespín” es una novela apasionante que nos hace echar la vista atrás y recordar que durante cincuenta años la mitad del mundo estuvo regido por una ideología totalmente opuesta al capitalismo más salvaje actual, con sus errores de bulto y sus aciertos de manual, porque los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.

Publicado en la revista LetrasTRL 41

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