ARMANDO SEMENTAL

Al poeta Armando Tejada Gómez

¡Qué terquedad hermano la tuya!

Pretender repartir el pan
rodaja por rodaja
compartir las canciones de los hombres
con la misma guitarra.
Tomar el vino universal
y proclamarlo vendimia
“Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles”
y soñar los niños “dibujando caballos”.

¡Qué tozudez Armando la tuya!

Dejar las huellas de tu piel
en el tórrido poema
y lanzarlo al cardinal espacio de la vida.

¡Qué imaginación para el amor!

Poder besar las manos del labriego
del apretador de tuercas
y acariciar la tersa tez de la mujer amada.

¡Qué utópico soñador!

Descalzar tus pies y transitar la noche
vigilando ternuras.
Desnudar flores de rocío
para el ramo del festejo.
Pretender un fusil de soledades
para salvar la libertad.

¡Ay! Armando
potro semental
poeta querido
amado hermano
amigo mío.

Después de la muerte
tu voz
perdura en lo ínsito del verso
-de tu verso-
el que aguarda latidos de íntegro lenguaje
el pan repartido-aunque más no sea-
migaja por migaja
el milagro en la historia del hombre
y los niños “dibujando caballos”


Oscar  Sosa Ríos Villa Mercedes, San Luis, Argentina
Publicado en la revista Isla Negra 331