domingo, 11 de noviembre de 2012

EL HOMBRE Y EL ROBOT


Igual que un robot / sin piel.
Eladia Blázquez

Como un robot sin piel
ni sentimientos
que va ambulando, autómata,
en la vida,
con la máscara fría de la muerte,
la insensibilidad a flor del hueso.

Como un robot humano que desgasta
fibra tras fibra un íntimo universo.
La mirada sin sangre se detiene,
se estupidiza y fija en lo innombrable,
se estanca en la quietud de lo vacío,
de la vida vaciada de sustancia,
de la vida sin meta ni futuro,
de la lenta maraña de lo oscuro
que carcome por dentro.

Como un robot con ojos de silencio
que se pierde en la sombra.
Como un eco
de inefable sustancia de infinito
que no recuerda nada de su origen
misterioso en el cósmico universo.

Como un robot sin piel, sin huesos, nada.
Como autómatas fríos, indistintos,
burda copia fugaz de un ser eterno,
descendiendo en la muerte, aún con vida,
por olvidar la gracia de estar vivos,
de ser fibra y raíz, carne y destello.

Liliana Susana Doyle -Argentina- Primer Premio Juegos Florales Juglarescos de San Fernando, 1984 (jurado, entre otros, Atilio Betti). Fue escrito como un alegato contra la droga.
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 53

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