jueves, 1 de noviembre de 2012
BREVE PARÉNTESIS ENTRE CASOS
A primera vista parecía un pedazo de piedra como otro, pero tras rodearlo se abrió un hangar y pudo aterrizar en la cara oculta. Después de un arduo asunto había vuelto a su hogar, su base, su santuario… el único rincón del universo donde podía tener un remanso de paz.
Caza recompensas, detective, villano, héroe… la historia rara vez es coincidente. Se consideraba
simplemente alguien que hacia su trabajo.
Había sido un largo viaje, la nave era práctica, pero no cómoda. Conectó el casco al MODEM central en su constante ceremonia de aprender de errores, tener referencias de enemigos, aliados, contactos… el conocimiento es poder. Esta vez era distinto, deseaba verla, su última clienta, Rigeliana, cuerpo de pecado, labios de ensueño, ojos como el espacio...
Se sirvió un reserva de semillas de Klun, mientras contemplaba el holograma. El merecido descanso duró poco, el espacio-comunicador le devolvió a su pauta.
−“No es tu fea cara la que esperaba contemplar”
− ¿Esperabas a alguien más hermosa? posiblemente 1 millón de créditos te parezcan más deseables. Quiero que captures a un sucio traficante de especias, me ha defraudado y eso es algo que en el negocio no se puede consentir.
Estaba agotado, pero era un caso muy goloso para rechazarlo y ¿además quien es capaz de negarle nada a Jabba el Hutt?
Manuel Santamaría Barrios (España)
Publicado en la revista digital Minatura 121
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