Siente que sus días se van,
se escapan y se deslizan
entre los dedos de su mano.
Su infancia, se desperdicia
oyendo insolencias
escuchando llantos.
¡Deja que el niño crezca!
entre rincones de flores,
con olor a yerbabuena, y
descubriendo colores.
Yolanda Aldón -Barcelona-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 54
No hay comentarios:
Publicar un comentario