viernes, 26 de octubre de 2012

NIEBLA


Desde la ventana del tren veía pasar los árboles, las imágenes de ayer, las viñas.
Se detuvo el tren y el mundo también. Vi que yo atravesaba la ruta, evitando los coches, en uno de ellos iba yo. Desde el tren miré como entraba a un supermercado para comprar salsa de tomates, en general la prefiero natural o con albahaca. Me vi pasar por una de las cajas en la que yo trabajaba todo el santo día clic-clac-clic-clac… pagar… cobrar, clic-clac pagar… yo pagué a mí y salí hacia la ruta, yo pasaba en otro coche. Fui hacia el tren que se ponía en movimiento, allí yo estaba observándome.
El tren se alejó poco a poco, sin humo… sin ruidos. El auto también partió conmigo, perdiéndose de mi vista en una de las tantas curvas de la autopista. Me quedé mirándome partir… en tren… en coche… a pie…

Ricardo Díaz -Chile-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 54

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