SUEÑAS...

Te has sumergido en un mar
donde el coral y las medusas habitan;
Cálidas aguas rodean
... la blancura de tu figura, ayer conocida,
en la noche invocada sueñas…
Juega con gracia femenina,
con la viveza de tu esencia profunda
con toda suerte de exóticos peces tropicales.

Te mueve con la pasión
de quien se agita azuzado
por la más conmovedora sinfonía,
lo hace también mujer, que sueñas…
En el universo libre,
entre rayos solares, finos y tamizados
de una estrella nueva, sueñas…
Con el valor real de unan sonrisa
confundida por la burbujas
de un oxigeno vital, la canción,
boca evocadora de sirenas aventureras,
me llamas y no cesas… sueñas
que tu melodía no fue escrita,
para extraños oídos, y despiertas
enojada de blancos aromas, perfumes
del valle salado,
me acerco a la nave, se fue el tiempo
y con el silencios y desgracias… sueños…
Reina de tonos azulados, verdosos,
con que tu almohada, perlas y argonautas,
caracolas, y esponjas,
recojan y te ensueñen.

Nado hacia tu cueva, que encontrare
fatigado nauta,
enamorado aventurero,
el mejor pescador de perlas, tu coral,
erótico atractivo, me llama… sueña…
Y tan junto nadamos…
Jugar con tus sueltos cabellos
revueltos por las olas del fondo,
veo tus ojos brillantes,
lleno de luz marina, acuarela
que iluminas la región del amor.

Tu cuello luce
una fauna desconocida
de envidiables rocas, que me ciegan,
sentir miedo o pánico,
cuando tu voz canta el cantico
el mar cesa su tormenta,
y ya solo se agita y baila
la vida de tu cuerpo,
transparente, de finas y blancas escarzas,
sueñas…y sueños…el mar,
supo guardarme en el espacio,
su más preciado secreto,
y recojo apartando las algas,
tu talle marino, oh¡ soy tuyo…
Prisionero de mi reina perdido,
mi mente embulle,
y brazos y más brazos me aferran
con potencias que ni lo siento;
Desvanezco, me mareo,
en aquel aroma nunca pensado
y buceo para navegar,
y hundirme todo hasta la negrura,
habitable de tu atrayente reino.
Donde no hay sensación de cambio,
por donde no corre el espacio físico,
diferente…sueña… despierto…
Me agito, enfermo, me agito y hablo,
me muero para darte vida,
que hermoso sueño… despierto nado,
en el pozo de mi más vivo deseo,
tu amor es tan hondo,
que temo no tenerlo… tu voz calma
el trueno… sumergido, profundo,
nadando respiro,
la canción del probado marinero,
soy tan tuyo
como el agua es de tu reino,
tan unido estoy como la barquichuela
a mis remos,
tan feliz, como el oxigeno
de tus súbditos pequeños, vivir… soñar…
En la fascínate tarea de amar,
en el arrecife de tu ilusión…
Mi erótica sirena, mujer, te quiero.

 J. Antonio Nogueras
Publicado por María Sánchez en el blog La casa del valle