En casa de espumadera
me encontré con cucharon
y rompí el lindo jarrón
que adornaba la escalera.
Con un trozo de madera
para cortar la sardina,
me enredé y paré en la esquina
con un chichón en la frente.
Es que mamá nunca miente:
¡No se juega en la cocina!
Del libro A la 1, a las 2 y a las 3 de MAYDOLL MORALES PÉREZ
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