martes, 4 de septiembre de 2012

CONDENA

El daño que te hice
me estrangula con tentáculos de ponzoña.

El daño que te asesté con saña y desolación,
regresa como una puñalada trapera.

El dolor va, retorna, remuerde,
se retuerce como caballos desbocados
en mitad de las llanuras del alma.

El dolor como un pésame,
como estampidos de goma en la sien,
a veces,
se mece en la perdida senda,
en la anestesia que es el fluir de la vida.

Me desborda el arrepentimiento
con la tristeza de una farola rota una noche de otoño.

Los recuerdos como sables de oro y aserrín
se clavan en la tristeza del tiempo que no te di.

Pero la vida sigue.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

2 comentarios:

  1. Excelentes y fuertes imágenes... lo que provoca la venganza me imagino

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  2. Sí. Es venganza y es dolor. Y es una historia que ocurrió hace mucho tiempo tanto que tengo la seguridad de que "ella" no "me" leerá. Un saludo y gracias por el comentario.
    Poesía sacada de mi blog bbqtlln.blogspot.com.

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