sábado, 22 de septiembre de 2012

BELIGERANCIA


Entonces tenía miedo, de las armas, los uniformes de guerra
mi madre también temía, mi colega la Yilda y don Rogelio.
Mi hombre no… él sabía
lo de la propaganda, los intereses creados
las mentiras de los señores que se apropiaban poco a poco
del país donde vivíamos...Ocurrió un 11 de septiembre
desgranando un puñado de habas verdes
en la terraza recién trapeada mientras mis hijos jugaban.
Los aviones rugiendo hierro atravesaban el cielo
se aproximaban dejando estelas
lanzando algo que no distinguía a lo lejos
nadie supo explicarme aquel principio de infierno.
Las ametralladoras atronaban
ignorando a quien acribillan, sin saber por dónde andan
los oídos no se acostumbran al frenar brusco de los coches
a las bocinas incesantes, a las marchas militares en el televisor.
Compañeros derrotados haciendo declaraciones
compañeros finales, desconocidos en sus calmas infligidas.
Yo preguntando, sin saber…
mi hombre desaparecido en los espacios del silencio
mi hombre… se vino conmigo al exilio, ya nunca más fue el mismo
se escapó de su suerte que también era la mía
recorrimos continentes buscando amparo, tuvimos hambre, pasamos frío
esperamos el retorno, palpar la tierra nuestra
continuar en la historia o bien nacer otra vez
lloramos siglos enteros, él sufriendo, yo con él
vimos crecer a los hijos...
Mi madre también temía y la Sonia mi vecina
se fueron todos callando...
Él sabía... yo no sé

ASPASIA WORLITZKY- Chilena
Publicado en la revista Oriflama 20

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