Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos, estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras:
No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones,
lo mismo que dos plácidas horteras;
Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...
Seas el que tú seas, ya lo sabes:
¡a escrutar las rendijas de tu jaula!
PEDRO BONIFACIO PALACIOS -Argentina-
Publicado en la revista Carta Lírica 40
No hay comentarios:
Publicar un comentario