Ella entre la leña. Él entre las flores. Ella ha llegado corriendo. Su rastro pareciera imborrable. Troncos bienhechores en pirámides ocres de galaxias. Ella se deja caer entre la leña. Hacha en mano, de rodillas corta un único y largo madero con una veta y dos nudos. Lo mece con desesperación en sus brazos. Canta una nana de espaldas a la casa.
De espaldas a la cuna con aquella presencia dentro que, rodeada de leña, se va volviendo rígida. Se va volviendo rígida, rígida, rígida. Se va volviendo.
Del libro Bla, bla, bla, bla, bla sobre el amor de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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