Nave: Shj-Kop, de clase Sit-Maa asil. Comandada por Val-dos en su fase larval. Tripulación: larvales y metamorfos en diferentes niveles. Nombre del planeta de estudio: Xwerw-ats. Nombre dado al planeta por sus habitantes originales: Tierra.
Yo, Val-dos, informo de los progresos que estamos teniendo en las diferentes estaciones recolectoras ubicadas por todo el planeta Xwerw-ats.
Gran parte de su superficie está cubierta de agua, y el resto son áridos desiertos. Nada vivo se ha descubierto hasta ahora en parte alguna. Sin embargo, lo que nos interesa -y por lo que estamos aquí- son los grandes, ricos y dispersos yacimientos de un material que contiene elementos importantísimos para nuestra civilización, y que descubrimos hace varios quantum estelares en nuestras primeras exploraciones del planeta.
Los equipos recolectores están cosechando grandes cantidades de ese producto, denominado Opsilon-cars, y esperamos haberlo recogido todo en breve tiempo.
Nuestros científicos confirman, tras descubrir e investigar en las antiguas y destruidas ciudades de los extintos habitantes de Xwerw-ats, que dicho material, rico en elementos imprescindibles para nosotros, formaba parte de los cuerpos de estos seres desaparecidos: era una estructura interna básica. También creen haber descifrado, en la extraña escritura de esta civilización desaparecida, que uno de los nombres que usaban para denominarla era el de “esqueleto”. Algo que debía ser habitual en seres basados en el Qwsto (“Carbono”, según el lenguaje de los extintos habitantes), y que tan extraña nos es a nosotros, nacidos del Xcatron.
Los antiguos habitantes de “Tierra”, a los que debemos darles las gracias, aunque lamentemos lo que parece fue una autodestrucción irracional e inexplicable, nos dejaron sin imaginarlo un postrer legado, en forma de sus últimos restos, que nos será útil para nuestra propia supervivencia como especie. Fin del informe.
Francisco José Segovia Ramos
Publicado en Irreverentes
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