Ella desde hace mucho desea ser un ángel. Anhela poder aparecer, desaparecer. Para no involucrarse en más nimiedades y mezquindades cotidianas. Él desea, desde que recuerda, ser piloto. Y que su avión le permita ver los paisajes del cielo. Se conocen en una cita
para la que ella y él se han anunciado como “Yo sí que vivo con los pies en la tierra.” Y en el
café se inventan, como propias, historias comunes, prácticas, razonables, por lo que antes de
despedirse, decididos a no reencontrarse, ni siquiera intuyen la coincidencia de que los dos
desean, fervientemente, volar.
Del libro Bla bla bla bla sobre el amor de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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