Cuando cada uno hace el hallazgo del otro en medio de la ruta: él se ha detenido por una herida en su pie izquierdo y ella está acercándose. Él, desesperado, imagina que de la herida le brota a bocanadas una columna de humo rojo que no cesa y que puede ocultarla a ella. Imagina que cada bocanada le duele como si la herida se multiplicara. Él se agiganta, atrapa el humo rojo con las manos y lo lanza lejos de sí. La realidad es que ella, tal vez asustada por el humo, desaparece. Él percibe como su pie izquierdo también desaparece.
Del libro Bla bla bla bla bla sobre el amor de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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