Ya es media noche
y el silencio de la oscuridad
se hace presente,
solo se escucha a lo lejos
el ladrido de un perro
que quiere entablar
conversación con otro
para acallar el silencio de las sombras.
En cambio, yo aquí, me encuentro
con una noche más de desvelo
sin que el sueño
se presente a llevarme
a sus brazos eternos
porque mi quimera se ahuyenta
con el deseo de mi pensamiento
al humedecer mis ganas.
Que me lleva al recuerdo de tu presencia
que ansío con anhelo de mujer,
y solo está tu recuerdo y una cama vacía
que añora tu presencia
que quiere ser entibiada con tu calor
y el juego de nuestros cuerpos traviesos
para así no separarnos jamás
y unirnos para siempre.
Pero la noche es inclemente
que hiela hasta los huesos,
las cobijas no dan el calor
que necesito para aplacar
el frío que siento en mi interior,
porque me faltas tú,
mi único amor que abriga
mi torpe pensamiento
y absurda fantasía de delirio
por tu amor que alimenta mi imaginación.
Rocío Villacís
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