Doce campanadas golpean el silencio
El universo me gana la partida,
mi razón se niega a comprenderlo.
En la torre suena de nuevo la campana,
cinco campanadas tañen.
La noche se ha muerto.
Algún ruido lejano aún somnoliento,
despierta mi sueño que estaba durmiendo.
La luna se cae porque se está yendo.
La vida brota de nuevo a través…
de mis olivos y de mis cerros.
Juana Campos Cortés
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