Siento la desnudez de mi cuerpo,
el día amaneció frío y lluvioso
y mi piel necesita tu aliento tierno.
El sol me dejó solo,
entre penumbras y recuerdos vividos,
sin poder sentir tus labios dulces.
Aún en la soledad de mi alma
mi corazón necesita tu energía,
cada mañana que no te ve
porque a ciegas te amé.
Estás en mis pensamientos ocultos
porque siento tu ausencia cada noche
en mis brazos apasionados
porque a ciegas te amé.
Julio A. Núñez Meléndez -Puerto Rico-
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