Nos llenamos de ternuras, carias, sabores de pasión en besos,
fluían aromas de pétalos de rosas, chapoteamos jugando con el agua,
se agrietaron las comisuras de nuestros labios, nos devoramos,
incinerados en fuegos, acoplamos piernas, cóncavo y convexo.
Como otras veces me tallaba la derrota perdiendo hasta la sombra,
mi cuello anticipaba guillotinas, el sol y las lunas perdidas,
fugacidades repetidas en la historia de los amores vividos,
inevitable amputar mi solitario corazón, amanezco en tus recuerdos.
Sumiso en karmas, la soledad siempre me acompaña.
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-
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