Es preciso un gran masaje
a mi humilde corazón;
hoy me tiro de un balcón
o me muero de coraje.
Se agotó mi resistencia
de comerme tanto el coco;
¡me matáis poquito a poco
si pisáis mi inteligencia!
¿Cuál mayor culpa he tenido
porque solo sé quereros?
A la izquierda ponen ceros,
no hay un gracias, ni fingido.
Voy a buscar mi horizonte
que me sienta, al fin, feliz
y cortar toda raíz
que dejé atrás en el monte.
Necesito descargar
para dar paso a la calma,
devolver la paz al alma
sin que tenga que llorar.
En las fauces de un ciprés
me dan piñas en mi instancia
y con piedras a distancia
se las tiro de una vez.
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario