DÉJAME

Tu exterior, no me interesa,
esa máscara colocada por protección,
no veo lo que aparentas,
deseo entrar en tu interior.

No escucho ni tus palabras,
dichas con estudiada intención,
a mí, ¡ábreme la puerta!
quiero atisbar muy adentro...
... de ese triste corazón...

Cuéntame lo que sueñas,
cuando ya todos se van,
esa inquietud que se adueña,
de tu oscura soledad.

Deja secar esas lágrimas,
deja arrancarte sonrisas,
abrazarte los insomnios,
¡convertirme en suave brisa!

Cuéntame de tu vida,
confía en este cariño,
ser rocío de tus mañanas,
ser calor para tus fríos.

Deja acariciarte el alma,
con dulce delicadeza,
sean tus suspiros la muestra,
que has creído en mis promesas.

Maria Ernestina Torres Sánchez -México-