Parece epidemia cuando se camina por la misma miseria, observando como duele hasta sentir que quisieras vomitar las entrañas...
Cómo se consigue tragarse los sentimientos tortuosos del querer y no poder?
Cómo no ser vulnerable con éste maldito frío que te quiebra hasta los huesos?
Y trato de fundirme entre la mueca de una sonrisa para ocultar la agonía que llevo dentro...
Todo es una farsa, todo lo que grita felicidad es una mentira para no dañar a otros...
Y yo me hundo, me ahogo un año más con este hueco en el pecho y es que hay tanto que nadie mira, todos transitan en un ir y venir, presos de banalidades e ilusiones efímeras...
Quisiera dormir porque es tan parecido a la muerte, sería la única manera de olvidarme de todo, pero como la miserable no cumple caprichos ni endereza jorobados, me toca asumir la ironía de la vida...
Y voy borrando mis pasos, ya no hay más retorno, ya no hay luz en mis ojos, todo me consume indiferente...
Todo muere cuando menos quieres, todo se olvida cuando más intentas recordar, todo se acaba cuando de verdad sentías amar y se termina más quebrada que antes, más perdida, con menos de todo y sin más nada.
Marce Nava (México)
Compartido por Manuel Kentore
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