¡FRÍO!

Dedicado a los niños pobres de mi patria hermosa…

Lo dijo un pajarito,
antes de morir de frío.
Lo dijo en sus gotas el aguacero,
antes de llegar a Cero.
Y lo dice un pequeño en el cerro,
antes de caer al suelo:

¡Dónde estás! ¡Qué haces!
El inconsciente friaje de tu indiferencia
hiere mis tiernos y chaposos pómulos
reventándose en la cruda tristeza,
pierden su color llenos de frío.

Mis labios resquebrajados
por tu frío comportamiento,
sin palabras te reclaman
en este oportuno momento...

¡Creceré!
y no me cambies de “nombre”,
cuando mi reclamo sea otra vez diferente.
No te rasgues la investidura,
si tu vida se hace dura.

No será necesaria tu hipócrita enmienda.
Analiza tu conciencia.
Y cuando la historia te sorprenda,
no te hagas el ofendido
ni me trates como bandido.
Aunque digas lo contrario
Sabes bien de lo que hablo.

Por ende.
Te lo advierto,
mi destino es incierto.
¡Apresúrate, despierta!
¡No quiero ser el pajarillo,
Tampoco el aguacero!

Mira que si muero
llevaré conmigo tu miserable recuerdo.
Y mis lágrimas sin parar
le dirán al señor
que no supiste amar.
También le contarán
de tu ambición desmedida
que al sepulcro llevarás
aunque te aferres a la vida.

Delfín Giraldo Vergaray -Perú-