DECLARACIÓN DE AMOR

Desde que te vi, sentí el reflejo radiante de tus ojos, de contemplación candorosa, tu rostro angelical lucía cuan maravilloso pétalo celestial, tus labios refulgentes de dulzura, dan sensación de ternura y delicadeza, tu cuerpo esbelto reluce de intensidad urente, figura cimbreante que magnetiza mis sentidos, tu sonrisa destella luminosidades y relumbra belleza atrayente y tus cabellos son filamentos de oro, que dan prestancia y elegancia de mujer espléndida.

Sí, primorosa y galana dama, tus sentimientos son tan profundos y románticos que nacen de la formación de tu hogar, en especial de tus padres, verdaderos líderes de la sociedad. Me enaltece haberte conocido, has impregnado en mi corazón, esculpiré tu retrato en mi pecho, como signo de afecto esplendoroso y efusivo.

Te entrego jazmines balsámicos, como muestra de mi cariño sincero, bondadoso y sentimental, quiera Dios, seas mi compañera de toda la vida, porque mis sentimientos brotan desde lo más intenso de mi alma y mi palabra es ley.

Seré el más caballeroso y honesto compañero, porque me eduqué con valores morales, verdaderos principios de mi hogar y mis padres me instruyeron el respeto, admiración y consideración a las damas.

Dos corazones unidos por el amor y bendecidos por Dios, son cadenas impenetrables y poderosas, así demostraremos que nuestro cariño inmenso y grande, no podrán ser desunidos por ningún óbice; en nuestra relación afectuosa reinará la felicidad, la comprensión, la tolerancia y el entendimiento.

Con devoción, consideración, respeto y cariño, he expresado mis nobles sentimientos, espero que hayan penetrado en tu corazón bondadoso.

¿Me aceptas ser tu enamorado, adorable princesa?

Espero el SÍ, que brote como el destello lumínico de tu alma inspirada… ¡______!

Julio César Portella Medina -Perú-