Y ENTONCES COMPRENDÍ

Y entonces comprendí que no me amabas, que tan solo era compañía en tus ratos libres, que no te importaba lo que yo sentía por ti, jugabas a enamorarme.

Y entonces comprendí que era un capítulo más en tu vida, nada importante, pues mientras me juraste amor, tenías a quien le dabas más que juramentos como a mí.

Y entonces comprendí que yo me había enamorado de un espejismo, de una mentira bien urdida por ti, y no supiste valorar todo lo que te entregué, mi alma y mi amor a manos llenas.

Y entonces comprendí que no sería para mí tu amor, que tu presencia en mi vida sólo era pasajera, que tal vez me recordarías como alguien que llenó tu soledad a ratos, y que no fui mas que una sombra en tu vida...

Monica Mondragon-Rodriguez