miércoles, 24 de enero de 2018

ERES PERFECTA, NO LO DUDES


Charlot era una joven de origen francés, sus padres eran de clase baja, vivían en una pequeña cabaña, la joven desde niña tenía ambiciones de grandeza, quería casarse con alguien de alta sociedad, a la corta edad de 15 años decidió abandonar a su familia, en una fría noche de huracán.
Mientras caminaba bajo la lluvia un señor detuvo su auto y le ofreció ayuda, así logro llegar hasta la hermosa ciudad de París y fue el mismo señor quien le brindó un trabajo como empleada doméstica, varios años después falleció aquél hombre y dejó una digna fortuna a la joven.
Aunque la Charlot era muy inteligente se sentía poco agraciada, así que con el tiempo fue modificando poco a poco su cuerpo, ojos, cabello e incluso su color de piel.
Cierto día mientras paseaba por el parque con su perro, observo a lo lejos a un apuesto joven, lo siguió por varios minutos y al verlo entrar a su residencia ¡quedó maravillada!, Era el hombre de clase alta con el que siempre había soñado.
Días después planeó un encuentro, al volver a ver al joven en el parque logró chocar bruscamente con él, quién llevaba un refresco en la mano y terminó desparramándolo sobre él provocativo vestido de Charlot.
Muy avergonzado le suplicó le dejase llevarla a su casa para que pudiese cambiarse.
Charlot se negó unos segundos, fingiendo no querer aceptar la invitación.
Así logro comenzar una amistad con Nick.
Aunque las modificaciones que Charlot se había realizado la hacían sentirse la mujer más bella, elegante y deseada en todo lugar, la realidad era que al apuesto joven le gustaban una clase de mujer totalmente opuesto.
Los meses pasaron, un día Nick invito a Charlotte a una elegante cena en su casa, ella se puso sus mejores galas pensó le pediría fuese su novia.
Enorme fue su sorpresa cuando al entrar al comedor vió al hombre de sus sueños del brazo de otra chica. Se acercó un poco más y casi se desploma al piso al ver que en aquella mesa los invitados de honor y padres de la novia eran sus propios padres.
Se sentó y aunque sus padres la observaron durante toda la cena no lograron reconocerla.
Minutos después pudo apreciar como aquel hombre que tanto amaba le pedía matrimonio a su propia hermana. Salió desilusionada de aquel lugar, caminó por horas sin un rumbo fijo durante toda la noche, finalmente llegó a su casa a la mañana siguiente, tomo una taza de té y a su cachorro en brazos, mientras observaba por la ventana reflexionaba sobre todas sus decisiones, las tantas veces que renegó sobre su aspecto físico y todos los cambios que había hecho, finalmente comprendió que Dios le había creado perfecta, con todas las probabilidades de lograr sus sueños y que había sido ella misma quién cambio su destino al no ser capaz de amarse con todas sus cualidades y "defectos".

¡Ámate, eres perfecta tal como eres, Dios no se equivoca!

Mía Yamileth Martinez -Honduras-

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