¡Ay señor de noche!
estoy dejándome llevar como jamás,
puedes brillar mientras imaginas la miel al mirar:
lo leo en tus ojos,
besarías como brisa
en mis labios rojos.
¡Ay, señor de noche!
de vez en cuando a mi ciudad, vienes y te vas,
inseguridad para jugar a querer y escapar
entre beso y beso,
motivas mi sueño
y ya eres dueño
de mi propio verso.
¡Ay, señor de noche!
mural que alumbra mi umbral; tú, luz me das
del cielo;
me desvelo,
sé bien que sé de amor;
te daré pasión
y un "te quiero":
De pronto, comprometernos ante Dios,
me falta asimilación,
me aprietas el corazón,
pero quiero tanto verte
que te llevo en mi mente
y perderé la razón.
¡Ay, señor de noche!
merezco ser feliz como jamás,
rosas de sal me traes desde el fondo del mar,
me das caramelos,
me dices te quiero
y estoy enamorada a rabiar.
María Sirena Matrí Mar -ESPAÑA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario