Te cuento que ayer el viento me trajo tu aroma, exquisito perfume de pétalos desnudos, caí rendido ante los deseos, palpitaron agitados por aquellos cálidos inviernos, como olvidar las guerras de cuerpos amándose, luchando por perder con tal de quedarse con el suspiro, de una mirada complacida.
Te cuento que hoy desperté con versos, recuerdo cuando los dejaba volar en tu cielo, cual gorriones cantaban en la ventana de tus ilusiones, sin picardía lograban arrancar suspiros que desnudaban lentamente los deseos, bastaba un beso para alocar al más frío intento, y cayendo la ropa del pudor se consumaban los versos.
Te cuento que por dentro me consume el fuego de tu recuerdo, queman las cicatrices de tus manos arañando mi espalda, encienden mis ganas el tizón de tus labios ardiendo como agua, boca en llamas apagando las mías, fuego contra fuego apagándose sin miedos, hasta quedarse inertes en los nudos de nuestros abrazos.
Luis Emilio Tigüila Robles -Guatemala-
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