Me he sentado a provocar al gato
sí, al gato
a ese que me mira con ojos punzantes y
que pasa su lengua por los bigotes negros
He querido acariciar la cumbre, el pelambre
llegar a la zona blanca
pero no se deja
se defiende del contacto
agudiza sus sentidos para atrapar a la presa
La presa, su propia sombra que ya rechaza.
Del libro Muralla intermedia de
Camila Ríos Armas -Venezuela-
Publicado en La Náusea
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