MANICOMIO PARA DOS

Quiero pintarle un poema
con la tinta de mis besos,
para que en él queden presos
cada verso que me quema.
Que su piel sea la gema
donde se pula mi rima,
y que su pecho me oprima
si sus labios de pincel
acuarelan en tropel
su llegada hasta mi cima.
Cima de amor y locura
manicomio para dos,
donde la entrega feroz
se nos convierta en dulzura.
Bajando por la llanura
de la entrega del placer,
así...su ser y mi ser
se fusionen solo en uno
y como amante en ayuno
me haga sentir su mujer.
Mujer que quiere pintar
acentos sobre su piel,
y como en luna de miel
su cuerpo entero besar.
En su torso delinear
con mis manos el amor,
y prender en su calor
con mi boca las caricias
y en mi lengua las delicias
que sofoque su temblor.
Temblor... con ansias de amarlo
arrullarlo aquí en mi pecho,
dejándolo satisfecho
y en mi entrepierna emboscarlo.
A mi cuerpo encadenarlo
para beberme su olor,
escribir en su interior
mil poesías de erotismo
para llegar a su abismo
y ser dueña de su amor.
Ser dueña de sus renglones
de su cuaderno completo,
escribir en su alfabeto
mis poemas en canciones.
Entregarle las pasiones
mis décimas en la cama,
y encender su roja flama
con caricias subyugantes
para ser grandes amantes
unidos en amalgama.

María Magdalena Pérez Quirino -México-