Esta mañana he salido
y no para protestar
he ido a cobrar mi paga
que para lo que he trabajado
y eso no es paga, ni es “na”.
He trabajado en el campo
en minas, y en la ciudad,
he doblado tanto el lomo
que por mucho que lo intento
no me puedo enderezar.
Toda la vida luchando
por mí y por los demás
para que al menos a mis hijos
no les faltara de “na”.
Pero desgraciadamente
la vida no ha sido así
nuestros hijos son más pobres
y nuestro mundo más ruin.
De impotencia casi me caigo
cuando he visto mi pensión
un euro con cincuenta y ocho
ha sido el gran subidón.
¿Cómo puede ser tan noble
el ciudadano español?
si nos están humillando
con esta triste pensión.
Y por si eso fuera poco
nos roban nuestros ahorros
nos echan de nuestras casas
sin auxilio ni socorro.
¿Qué pasó con los políticos?
¿se han “quedao” sin corazón?
¿es que con tanta riqueza…
se les ha ido la razón?.
¿Cómo podemos adaptarnos
a tanto recorte insano?
a mirar para otra parte
para no hacernos más daño.
¿Es que ya no nos conmueve
que la gente pase hambre?
¿Que una madre robe leche
y el viejo viva en la calle?.
¿Porqué hacemos oídos sordos?
a la triste realidad
y nos quedamos sentados
por miedo a manifestar
lo que todo el mundo piensa
¡¡vamos a movernos ya!!.
¿Cómo se pueden reír?
el Montoro y compañía
cuando dicen que ya hay brotes
deben ser,… de porquería.
La luz al final del túnel
no la hemos visto nadie
solo Rajoy y su séquito
ellos sí que están “brillantes”.
REFLEXIÓN:
El ser humano tiene un sistema de adaptación increíble.
Somos como de plastilina en manos de los políticos, nos amoldan
a su antojo y quieren que seamos ciegos, sordos y mudos.
De nosotros depende, tener voz con nuestro voto, y gritar hasta que
se nos escuche en las más altas instancias, intentando recuperar los
logros sociales perdidos y respeten nuestro derecho a vivir con una
dignidad propia del siglo XXI.
JUAN RUIZ MORAL
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