MADRE

De ti, madre,
casi no puedo hablar,
siempre te encuentras
con el cuidado de estar a mi lado
y a la vez tan alejada.

Barreras generacionales
nos distanciaron,
sistemas educativos del pasado
que lastimaron
no encajando
realidad del alma.

Siendo conscientes
que nos hemos perdido
en este camino
de orgullos vanos
normas no comprendidas
sueños personales
que no se complementan
logros no aceptados
por ser minimizados
ya que se espera
que los frutos traspasen
infinitud de tus sueños.

Pero de todo lo vivido
no se puede negar lo querido
en el corazón protegido
el amor que nos une
es inmenso para cubrir
disipando el tiempo
sombras de lo percibido
todos aquellos momentos
de agravios inducidos.

En este camino
las dos hemos aprendido
que el perdón
irá de la mano
viviendo en paz
completa tranquilidad.

Te quiero mucho
y tu lo sabes
brotando los sentimientos guardados
donde tu y yo nos amamos.

Si te elegí o te eligieron
como mi madre
que debías de prodigar
enseñanzas para el camino
necesidad de aprender
para poder florecer.

Este viaje contigo
se ha tornado inesperado
lleno de situaciones complejas
pero en todas y cada una de ellas
lecciones han quedado
de cariño prodigado.

El amor que siento por ti
se mantiene intacto
aunque mi forma de ser
no sea comprendida
pero siempre quiero
que estés a mi lado.

Sandra Méndez -Guatemala-