lunes, 6 de enero de 2014

BREVERÍAS


2961
Se nos dio, para bien o para mal,
el don de hablar; por él el ser humano
caballero será o será villano,
pues la palabra es beso y es puñal.

En suavidad de céfiro acaricia,
y a martillazos de baldón maltrata.
El lenguaje a cada uno lo retrata
como cordialidad, como malicia.

2962
Hijo no de la acción, mas de la idea,
que en alas de palabra me transporta.
Es ésta que tu oído martillea,
mas sólo tibia imagen de mí aporta.

Deberás remontarte hasta la fuente,
o no me habrás de conocer a fondo.
Estoy dentro de mí, y a ti adyacente;
convérsame en silencio y te respondo.

2963
Cuanto piensas ha sido ya pensado
en otros tiempos y por tantas mentes;
a ti toca imprimir tu propio sello

sobre el viejo patrón que has heredado,
o asignarle facetas diferentes
que lo hagan más auténtico y más bello.

Nada es estrictamente original;
pero el vestuario lo hace individual.

2964
Es buena, mas dispar, tu compañía;
la palabra y la idea
requieren equilibrio y conexión.

Es la primera cáscara vacía,
reivindicando mágica tarea
de vestimenta y ornamentación.

Por sí misma no es nada;
lo será todo en la liberación
de la idea, en la mente emparedada.

2965
Envuélvate el silencio si el mensaje
que intentas transmitir no tiene peso.
Estarías alzando el andamiaje
negando al edificio su proceso.

La palabra vacía, o aún ligera,
no merece nacer, debe abortarse.
Cuando en desconexión de dentro afuera,
lo mejor es callarse.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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