El querer tiene su hemisferio de sombra, como la luna.
Jorge Luis Borges en Proa.
Cada ciudad me mira con los ojos de otra
con quien pudiste pasear por una calle,
suspirar al unísono en un parque público,
arrojar idéntico pan a las ardillas.
Cada ciudad tiene una avenida que eludo,
la vedette de los mapas, la infalible en los círculos turísticos
una que la vio latir, paseante, a tu costado,
comprar trajes en tiendas previsibles,
tomar fotos a obeliscos de catálogo.
Yo, en cambio, me sumerjo en invisibles callejuelas,
pasadizos tocados por el alba que se filtra a escondidas,
con macetas que hospedan arañas sigilosas.
Y danzo como una bailarina en su escenario
para un espectador en prima fila.
Quizás mi vida a tu lado sea eso:
un paseo distinto por una ciudad que aún recuerdas.
Marisa Martínez Pérsico -Argentina-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 59
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