domingo, 4 de noviembre de 2012

VOY EN EL TREN


Voy en el tren, mas ya no hay estaciones;
hay traqueteo, túneles, y vías
perdiéndose en desiertas lejanías,
y no alcanzo a escuchar conversaciones.

Tal vez yo, viajero sin opciones,
soy el único a bordo, y son mis días
tránsito a no sé dónde, por sombrías
zonas carentes de horas y emociones.

Cansados, los relojes se han dormido,
se despertó el silencio, y el aullido
de los lobos distantes ha cesado.

Va acercándose el fin, porque el tren rueda
sobre un carril, al parecer, de seda…
y el dedo de la muerte me ha tocado

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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