Una mujer en el metro lee un libro.
Como los viejos buscadores de oro
se acerca al texto para alcanzar tal vez
la flor azul de Novalis o la verdad
oculta en la tupida red de apariencias
o simplemente se evade.
Siente con sus ojos otras vidas
mientras una voz por megafonía
anuncia la próxima parada
y ella levanta su mirada
anhelante de comprender el mundo.
del libro inédito Hallarme yo en el mundo de
Ana Alvea Sánchez
Publicado en la revista Nueva Grecia 1
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