ESTAR VIVO

Un segundo.
Mil años.
Mil millones de años.
En el jardín del tiempo
la despeinada flor
del instante aparece
y, al instante,
¡oh crueldad de crueldades!,
sin más desaparece.
Una lágrima,
un río,
un mar de lágrimas.
¿Quién llora, oh sí, quién llora?
Llora y llora quien llora.
La memoria...El olvido...
Un segundo.
Mil años.
Milenios  y  millardos.
En los relojes  muertos
de las estrellas niñas
mis sentimientos niños envejecen.
Los segundos, segundo tras segundo,
vienen y van y van y vienen.
Una lágrima.
Multitudes de lágrimas.
Múltiples multitudes.
Lágrimas y  más  lágrimas
y, mañana, es ayer
y siempre es nunca. ¡Nunca!
¡Oh amor mío, mi amor!
¡¡¡Cómo  duele estar vivo!!!

JUAN CERVERA SANCHÍS -México-