No quiero armonía;
escuchad
el viento que saco entre mi lengua
y mis dientes
y pasa cortante
por mi saxo.
No quiero armonía;
quiero
perforar el aire;
quiero
rehacer el rumbo de la calle
y andar después
grave, distante,
musitando y callando
a todo piano.
De N.Y. Postales para enviar a los amigos de Eduardo Dalter Nueva York, Buenos Aires, 1998-1999
No hay comentarios:
Publicar un comentario