viernes, 2 de noviembre de 2012
ABRAZOS II
¡Qué profundo es el silencio!
¡Qué certeros sus vocablos!
¡Cuánto dicen cuando callan
las palabras que no canto!
Ahora siento que mis brazos
han nacido de tu cuello
y mis dedos son de hiedra
que se enreda entre tu pelo.
Ojos que miran solo por dentro,
párpados que caen derrotados
con tus labios en mis hombros
murmurando enamorados.
Y quieren llegar al cielo
de los besos tus talones,
frente a frente, cautivados
se miran los corazones.
Que tu sangre ya es la mía,
que tus manos son las mías,
que mi alma ya no es mía
y la tuya es ahora mía.
Gustavo González -Valladolid-
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