domingo, 21 de octubre de 2012

BESO DE CRISTAL


Recuerdo un beso de cristal. Me vino
como alondra en verano, tan seguro,
tan absorbente, y a la vez tan puro,
que se hizo hostal después de ser camino.

Tras él vibraba el ímpetu felino
y el candor que eras tú, que aún hoy conjuro
a alzarse de las sombras, y procuro
reincorporar, de ayer, a mi destino.

Hay besos que nos marcan, que se adhieren,
tatuaje en nuestra piel, y nos confieren
inevitables ansias de volver.

Mas los besos, y amantes que nos besan,
tuvieron su momento, y no regresan.
Ah, la fatal tristeza de perder.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario