Amor, antes de irte acaríciame el alma, alivia mi tormento
dejándome perdido en el estéril desierto de mis sueños.
Te estaré extrañando y sintiendo como siempre te sentí
queriéndote, deseándote y amándote, como siempre te amé.
Inventaré para ti cielos estrellados con palabras nuevas
inauditos e inexorables mundos donde amarte con pasión
en el rosedal de tu cuerpo florecido, con la fuerza del amor.
Quiero saciarme en tu cuerpo y que te duermas en mi pecho
enredados entre nuestras bocas, el trigal de tu cabello.
Tengo que tenerte en mis brazos, o moriré por ti.
En algún momento sublime, sentiré
la brisa cómplice, que me traerá tu perfume de amapolas
y mi alma me dirá que me traes el amor que me diste
que regresas con amor, colmando de dicha mis esperas
desde que te fuiste sin despedirte.
Voy a extrañar todo de ti, no puedo dejar de pensarte.
Te amo desde antes de siempre, sin tenerte
imaginando tu propio torrente desbordado
que fluye fuerte en mi corazón precipitado.
Soy un hombre que en su ternura te confiesa amarte
presintiendo vencer la quimera de un quizás
de un amanecer juntos, entre el mar de tus ojos
tu tibia aroma en flor de tu piel de sol y seda
y así, aquietar dulcemente todas mis esperas
venciendo por fin, aquella verdad que nos aleja
la única, oscura y distante frontera
que se yergue, separándonos, en la vasta soledad mía
desarraigo insondable, de mi vida ya vivida.
Cada momento más, se hará insoportable no besarte.
Te daré mi vida, por un beso tuyo, para que sea eterno.
Tal vez, sin culpas, nacimos en tiempos equivocados
bajo el mismo cielo, pero ¡tan distantes!.
Nada logrará que el olvido me conmueva.
La vida me enseñó, en muchos y duros y sólo instantes
que la fuerza del amor hace posible todas las quimeras.
Suerte yerma la mía, ¡amarte tanto! y no poder tenerte.
Estar contigo, no fue un tiempo perdido.
Fue un hermoso tiempo aprendido.
Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-
No hay comentarios:
Publicar un comentario